Experimentar e investigar…no rendirse.
Marisa González ha acudido hoy uno de diciembre a la universidad a dar una conferencia. La artista ha comenzado hablándonos de los accidentes y los encuentros fortuitos y de cómo incorporarlos a nuestro modo de vida o a nuestro trabajo.
Marisa es una de las artistas pioneras en la aplicación de las nuevas tecnologías de la reproducción y la comunicación en la creación artística. A lo largo de toda su trayectoria ha habido tres constantes en su proceso de trabajo:
- La utilización de la tecnología.
- La conciencia social.
- El reciclado.
Y cuatro parámetros formales:
- Tiempo.
- Espacio.
- Metamorfosis.
- Secuencia.
De su paso por la Universidad Complutense de Madrid, cuando realizó la carrera de Bellas Artes, aprendió lo que no quería hacer a través de, lo que denominó, la “castración de la creatividad”.
Su extensa obra abarca desde los años 70, cuando se marchó a Chicago a realizar un master en el Departamento de Sistemas Generativos del Art Institute de Chicago, a la actualidad.
En su página web se puede profundizar en su obra y conocer los distintos periodos, por ello me gustaría centrarme en aquellos momentos de la conferencia que, en mi opinión, han sido más interesantes.
Más que consejos me han parecido experiencias compartidas que nos serán muy útiles no sólo para la creación artística sino para la vida.
Como he comentado al principio de la entrada, fijarnos un objetivo no nos puede impedir ver las oportunidades que se nos presentan. Ser capaces de calibrar las preferencias y las dificultades para enriquecer nuestra obra.
Otras ideas que me llamaron la atención fueron la de que “el proceso es tan importante como el resultado” y la existencia de lecturas ocultas que se van descubriendo durante dicho proceso creativo.
Son muchas las obras vistas y comentadas durante la conferencia pero si tuviera que elegir alguna me quedo con Miradas en el Tiempo. Quizás porque es una idea a la que he dado muchas vueltas y que cualquier mujer puede identificar, reconocer y sentir.
Como ella misma explica en su página web, «es una narración personal entre el yo real y el yo utópico a través de las múltiples miradas de la imagen de una sola mujer, las miradas del tiempo».
«Las imágenes apelan a una relación interactiva con el voyeur, y demandan del espectador implicaciones secretas de la mirada, la memoria, la mente y el deseo. La exposición y el catálogo están seccionadas en cuatro etapas en la vida de cualquier mujer: DESEOS/ VERTIGOS DE INDENTIDAD/ TERRITORIOS/ SILENCIOS».
-deseos- período utópico de cambiar el mundo (juventud hasta los 25 años)
-vértigos de identidad- crisis de identidad al ocupar un sitio en la sociedad (25-35años)
-territorios- el presente, super woman, mujer fragmentada, mujer cuarteada según el título del libro de Enrique Gil Calvo. (35 a 70años)
-silencios- época de reflexión y reducida actividad, la mujer en la sociedad sin voz y sin palabra. (El final)
Por último me gustaría terminar con una cita del filósofo Jean Baudrillard, a modo de reflexión, y que le ha servido para comenzar la conferencia.
“La revolución contemporánea es la de la incertidumbre”